EL NOMBRE DE LA ROSA (I)
Es una de mis novelas predilectas y creo que podría hablar de ella durante muchas líneas, así que me circunscribiré a algunos pocos elementos. Aquellos que, independiente del argumento ( la anécdota), le dan valor literario. El mayor mérito de la obra, en opinión de uno, es la capacidad de trascenderse a si misma; el de perpetuarse en el interés del lector, al que incita a interesarse más allá de la anécdota y de la propia novela en busca de ese espacio de conocimiento nuevo con que la obra anida en su interior . De alguna manera, el lector viaja atravesando distintas capas de tejidos narrativos: la obra se va desnudando de su anecdótica (la intriga); de los distintos niveles de narración (un manuscrito copiado y luego traducido y reencontrado y posteriormente desaparecido…), que crean un contexto de gran verismo; la capa pedagógica (presentación en estilo directo de discusiones teología con inclusión de de personajes ) que sitúa la novela en nuestro contexto histórico real; la capa donde se concentra el gusto por el arte de construir el escenario geográfico (fantásticas descripciones materiales) que nos mueve en un mundo que no ha inventado Eco, si no en el nuestro real. Un mundo donde los personajes dicen y hacen lo que hubieran hecho en aquel momento que se narra si hubieran estado allí. Esto último es lo que diferencia esta obra maestra de las pretendidas novelas históricas, tan de moda hoy en día, donde basta trasladar un argumento atemporal a un escenario de cartón piedra para creer que se ha escrito una novela histórica.
A todo lo expuesto hay que añadir un cariñoso tratamiento de la gramática ( incluso en una traducción, esto se aprecia) y la estructura narrativa, y tenemos la novela perfecta; la que gusta a todos porque para todos hay algo ( para los que conocen el contexto y para los que no); y lo más importante: incita al interés por todos los temas que plantea como lo haría un buen maestro. Solo un defecto tiene:¡ que se acaba!...). Continuará...
Es una de mis novelas predilectas y creo que podría hablar de ella durante muchas líneas, así que me circunscribiré a algunos pocos elementos. Aquellos que, independiente del argumento ( la anécdota), le dan valor literario. El mayor mérito de la obra, en opinión de uno, es la capacidad de trascenderse a si misma; el de perpetuarse en el interés del lector, al que incita a interesarse más allá de la anécdota y de la propia novela en busca de ese espacio de conocimiento nuevo con que la obra anida en su interior . De alguna manera, el lector viaja atravesando distintas capas de tejidos narrativos: la obra se va desnudando de su anecdótica (la intriga); de los distintos niveles de narración (un manuscrito copiado y luego traducido y reencontrado y posteriormente desaparecido…), que crean un contexto de gran verismo; la capa pedagógica (presentación en estilo directo de discusiones teología con inclusión de de personajes ) que sitúa la novela en nuestro contexto histórico real; la capa donde se concentra el gusto por el arte de construir el escenario geográfico (fantásticas descripciones materiales) que nos mueve en un mundo que no ha inventado Eco, si no en el nuestro real. Un mundo donde los personajes dicen y hacen lo que hubieran hecho en aquel momento que se narra si hubieran estado allí. Esto último es lo que diferencia esta obra maestra de las pretendidas novelas históricas, tan de moda hoy en día, donde basta trasladar un argumento atemporal a un escenario de cartón piedra para creer que se ha escrito una novela histórica.
A todo lo expuesto hay que añadir un cariñoso tratamiento de la gramática ( incluso en una traducción, esto se aprecia) y la estructura narrativa, y tenemos la novela perfecta; la que gusta a todos porque para todos hay algo ( para los que conocen el contexto y para los que no); y lo más importante: incita al interés por todos los temas que plantea como lo haría un buen maestro. Solo un defecto tiene:¡ que se acaba!...). Continuará...
Para mí, esta es una de las mejores novelas históricas y de detectives que he leído en mi vida. Desde su lectura estoy enamorada de los enigmas que se encierran en claustros, monasterios y scriptoriums. Además la película (aunque dejaba muchas cosas en el olvido) me pareció magnífica.
ResponEliminaHola de nuevo, si no te importa, acabo de ver el enlace que tienes puesto de mi blog, y te lo agradezco un montón, pero podrías cambiarlo por la dirección actual por favor? Gracias.
ResponEliminawww.lahistoriaenmislibros.com
No estoy muy ducho en este campo de la red, pero intentaré hacerlo en cuanto pueda. Te agradezco que me visites Eva, no se si eres o no bilingue, yo escribo los comentarios en el idioma del libro, rxcepto cuando leo en francés, pero si ytienes problemas de comprensión puedo publicar las traducciones, ya que las hago para otros bloggs. Por cierto, los demonios de loudun es unensayo narrativo; lo mas parecido a una novela; no es un tochoooo...
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